11 de septiembre de 2017


El Partido de la Unidad Nacional, reunido en Congreso Supremo, ha decidido dejar fijadas para el porvenir sus inquebrantables principios, para que al efecto las futuras generaciones de rinoislandeses puedan aprovecharlas.
Se repudia y se niega la participación en el movimiento, de por vida, a los señores Tomás Ríos K, y a Francisco Gómez, en tanto destructores de la República de Rino Island y su larga tradición nacional; por ende sea anatema toda expresión de apoyo a sus destructoras acciones en contra de Rino Island, sus pseudogobiernos, y acciones. Se exige que sean expulsados de la ciudadanía y se tomen medidas para impedir su retorno en cualesquiera forma.
Se acuerda incorporar al final del nombre del partido la expresión “Rinoislandés” de modo que el nombre completo sea Partido De La Unidad Nacional (Rinoislandés) con el propósito de distinguirse de otros partidos con igual nombre. Con todo, y en calidad de Movimiento Nacional de la Nación, el partido podrá ser llamado con este nombre igualmente.
Se acuerda adoptar como texto oficial de doctrina el documento “Proyecto de Refundación nacional: objetivos nacionales de Rino Island” elaborado por el Excelentísimo Presidente de la República, Don Anastasio López. En consecuencia, y conforme a dicho documento, el Partido De La Unidad Nacional (Rinoislandés) se proclama como:
REALISTA; por cuanto defiende que el desarrollo nacional sea propendente  a la formación de un Estado Soberano, donde la etapa micronacional sea solo un escalón en dicho caminar. Rechaza por tanto el simulacionismo, y exige que sea suprimido cuanto antes de nuestra institucionalidad.
INSTITUCIONAL; por cuanto es un movimiento nacional que ha de expresar el sentir nacionalista de la comunidad nacional, en aras de la construcción de la Nación. Esto solo es posible en este tipo de estados creados, pues la real nación solo es fruto de la tradición y la nacionalidad.
NACIONALISTA; que deberá entenderse como cierta actitud predominante, tanto entre los gobernantes como entre los gobernados, de procurar en el orden político, y por encima de cualquier otra preocupación, el auténtico bien de la nación. Para nosotros los católicos el nacionalismo viene a constituir una aplicación, en la esfera de los valores patrios, de la virtud teologal de la caridad.
CATÓLICO Y TRADICIONALISTA; En este sentido, la diferencia entre el alma individual y el alma nacional estriba en que el alma individual solo puede progresar de manera adjetiva o accidental, actualizando las posibilidades que inicialmente y de una vez por todas infundió Dios en su seno en el momento mismo de darle existencia, mientras que el alma nacional tendrá que ir progresando esencialmente y enriqueciéndose incesantemente, para lo cual le es imprescindible conservarse fiel a los valores que cada generación le vaya entregando a la que haya de sucederle en el decurso del tiempo, constituyéndose así con las aportaciones de todas ellas reunidas, lo que hemos denominado ahora tradición.
DEFENDEMOS LA LIBERTAD; por cuanto solo en la real libertad es posible desarrollar las capacidades del individuo y de la nación; por tanto pedimos libertad para el individuo y para la Nación como ser orgánico en ejercicio de su libertad colectiva.
REPUBLICANOS; en el sentido de promover la forma republicana de gobierno, en una democracia orgánica, protegida y jerárquica, que exprese el sentir de las fuerzas vivas de la nacionalidad.
RECHAZAMOS EL MARXISMO Y EL TOTALITARISMO; por ser ambos totalmente opuestos a la libertad, son en cambio doctrinas esclavizadoras de la humanidad y anticatólicas. Ambas politizan las instituciones orgánicas, desnaturalizándolas y destruyéndolas; así como el marxismo promueve activamente la degeneración social y moral.

Proclamamos estas como verdades incuestionables del Movimiento Nacional.